Vivo tan lejos de mi país de origen y no te imaginas la alegría que significa despertar y conectarse con la radio o tv de aquel país de origen que está al otro extremo del planeta.
Ya no esta aquel hoyo negro dentro de mi ser que sentía los primeros años al vivir como extranjero. En el fondo de mi ser había una tristeza tan grande porque nunca más podría escuchar o ver aquellas radios o tv que fueron parte esencial de mi vida en aquel país lejano. Era la época donde no existía internet, donde era la radio de onda corta el medio para conectarse con el exterior. Pero mi país de origen no tenía radios en onda corta, por más que buscaba y buscaba no encontraba nada.
Vino la revolución tecnológica, apareció la magia de internet y el hoyo negro de mi estómago desapareció. Que cosa más rica. Mi estómago estaba conectado ahora con lo mejor de ese mundo de mi país de origen y tan lejano. A nivel de estómago ya no había distancia. La tecnología había unificado los tiempos y distancias.
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