Me negaba con toda mi fuerza a aceptar la muerte del libro aunque fuera por una tecnología que me apasionaba tanto.
Hubieron caminatas tristes porque no lograba encontrarle ningún sentido al libro tal cual lo conocíamos.
Pero esa tristeza ya no esta, al contrario ahora ha llegado una alegría que parece una de esas emociones fuertes de la adolescencia cuando descubríamos algo que nos daba vuelta todo lo que hasta entonces habíamos dado por normal.
El libro no esta muerto ni va a morir.
Al contrario esta lleno de vida y con una fuerza fascinadora que nos promete una larga vida.
Pero teniendo en claro y aceptando las nuevas reglas del juego...el libro se ha cambiado de casa y se ha ido a vivir al mundo digital.
No son los libros de papel los que están llenos de futuro, sus vidas al contrario están amenazadas.
Es el libro digital el que nos devuelve la esperanza de la magia de los libros y sus diferentes relatos.
Ahora mis caminatas se han llenado otra vez de emociones ricas cuando me pongo a pensar en los libros. Tal como cuando era un niño mi presente y futuro se llenan de ilusión por la compañía exquisita que me prometen mis mejores amigos, los libros.
